lunes, 12 de abril de 2010

Tercer período

En su primer viaje a Italia la paleta de Velázquez sufrió de nuevo una transformación, y así abandonó los tonos oscuros, se interesó por el estudio del paisaje y la captación de la atmósfera, y su pincelada se hizo más fluida. En el año y medio que allí permaneció Velázquez recorrió los principales centros pictóricos italianos, redescubrió a Tiziano y conoció las obras de numerosos artistas.
La Fragua de Vulcano es el ejemplo de la aplicación de todo lo aprendido.





http://www.youtube.com/watch?v=QgD9LtOl6rU


Pintado por Velázquez hacia 1630 en su primer viaje a Italia, fue posteriormente comprado por Felipe IV en 1634. El tema elegido está inspirado en las Metamorfosis de Ovidio: Apolo se acerca a la fragua de Vulcano para contarle la infidelidad de su esposa, Venus, con Marte. Al escuchar la noticia toda la fragua se queda petrificada: esta sensación la ha conseguido perfectamente el artista. Velázquez se ha puesto en contacto con el arte italiano, como se observa en las anatomías de los ayudantes de Vulcano, situados en diferentes posturas para demostrar el dominio de las figuras. También se advierte el interés mostrado por conseguir el efecto espacial, recurriendo a disponer figuras en diferentes planos, ocupando todo el espacio, relacionándose a través de líneas en zig-zag. La luz también ha experimentado un sensible cambio al modelar con ella las formas de los cuerpos que revelan la estructura de los huesos y músculos bajo la piel. Se advierte que estamos, sin duda, ante una nueva fase del arte velazqueño.

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